EL CONEJO Y EL HURÓN
El viejo hurón
iba por el campo solo y triste desde que el cazador lo abandonó por viejo y
lento. Recordaba cuando entraba en las madrigueras y hacía huir a los conejos,
para facilitar el trabajo de aquel que ahora lo había abandonado. De pronto de
un matorral salió un conejo, que al verlo se quedó aterrado y paralizado
esperando el ataque. Pero el hurón le gritó: - No temas amigo, es peor la soledad
que el hambre y no te haré ningún daño, yo solo quiero charlar. El conejo con recelo
se acercó a su ancestral enemigo, y chocaron sus patas en señal de paz. El
conejo le dijo: - Para calmar el hambre prueba esas moras maduras, y espero que
te gusten. El hurón por el hambre se decidió a probar; al principio aquello
le pareció fatal…pero al rato aquel saborcillo dulce no le pareció tan malo.
Nadie hubiera pensado ver a un conejo y un hurón en aquel campo
compartiendo su comida y chocando sus patas en promesa de armonía y paz.
¿Aprenderán los humanos alguna vez la lección?. Tendrían que ser tan nobles y
sinceros cómo lo fueron un día, ¡¡Un conejo y un hurón!!. Y cómo así ocurrió,
ahora se lo cuenta a sus queridos niños (y mayores)…
El abuelito Valentín.