DOS GRANDES
AMIGOS
Todo empezó un día cuando Miguel bajó a tirar la basura, y en la tapa del
contenedor habían dejado un perrito casi recién nacido ya a punto de perecer.
Para intentar salvarlo se lo llevó a su casa, y con gran paciencia le daba
leche con un cuentagotas que el perrito
tomaba con avidez. ¡¡Y lo consiguió salvar!!. Le dio el nombre de Sultán. Ahora
cuando los vecinos van a trabajar, Miguel y Sultán ya están en la calle y los
saludan con alegría. Después los dos van a la churrería y Miguel se compra una
porra para el desayuno, y a Sultán un par de churros, que según él tienen menos
aceite y los digiere. Pero el mejor momento para Sultán, es cuando por la tarde
van al Parque a esperar que salgan sus amigos del Colegio y jugar con ellos cómo
uno más. Además le guardan un trocito de su bocata o bollo, y Sultán se da un
gran banquete. En el Mercado, si va con Miguel le dejan entrar..El charcutero
le guarda recortes variados de carnes. Pero su ilusión es que el que arregla
calzado y hace llaves le cepilla el pelo, y arregla las uñas. Sultán se lo
agradece llenándole la cara y brazos de cariñosos lametones. Hoy día disfruta
de ¡¡una gran felicidad!!. Y cómo así ocurrió, ahora se lo cuenta a sus
queridos niños (y mayores)…
El abuelito
Valentín
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