EL CHINITO LA SALVÓ
En aquel barrio había unos Grandes
Almacenes a los que habían venido a trabajar gentes de países diferentes. Otras
Razas, otros idiomas y costumbres diferentes. Por ello el Colegio era de lo
más variopinto y alegre. A uno de
aquellos trabajadores chinos, le había nacido un pequeñín al que todos conocían
por Manuel (su nombre chino era difícil de pronunciar). En una excursión del Colegio al campo, al pasar junto a un rio una niña tropezó y cayó al agua. Cuando todos gritaban
sin saber qué hacer, Manuel se lanzó decidido en ayuda de su compañera. Después
de una fuerte lucha, la llevó a la orilla salvando así su vida, pero poniendo
en riesgo la suya. Esto tapó la boca de algunos padres (pocos) que achacaban de
forma absurda el retraso de sus hijos en los estudios, por haber en el Colegio
niños de otras razas, idiomas, y culturas.
En la Fiesta de Fin de Curso, además de
sus notas le dieron a Manuel un Diploma como alumno destacado del Colegio.
Entonces una despistadilla señora le
dijo: Hablas muy bien el español..¿De qué parte de China eres?. Manuel con
orgullo respondió..Señora ¡¡¡soy madrileño!!!. Entonces sin haber nubes se
escuchó un fuerte trueno.
Fue el aplauso que San Isidro le dio a
Manuel el madrileño. A ese aplauso se une con alegría.. El abuelito Valentín.
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