EL VIEJO CABALLO
El viejo caballo
estaba solo y triste en aquel oscuro establo. Sus patas ya no son firmes y
fuertes, y su dueño lo tenía allí encerrado. Recuerda cuando estaba en
aquel Centro de Recuperación de niños con problemas cerebrales y los paseaba
montados en su lomo..¡Y los veía recuperarse!. Tiene vivo el recuerdo de
aquella niña que por un golpe había dejado de hablar y un día agarrada a su
cuello volvió a gritar,¡¡Corre caballito, corre más deprisa ¡!...La alegría de
sus padres es difícil de olvidar. Pero ya sus patas han perdido firmeza y ahora
está encerrado en el establo.
Muchos abuelitos y
abuelitas cuando sus manos no pueden sostener ya con firmeza a un niño también
son apartados ¡¡rompiéndoles el corazón!!.
Que nadie sufra
algo así es el firme deseo de…
El abuelito
Valentín.
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