EL CONDE MALVADO
En un lejano
país, a pesar de tener grandes
maravillas y riquezas sus habitantes se sentían pobres y desgraciados.
Trabajaban sin descanso, pero la avaricia del Conde Arnaldo era insaciable. En
el Castillo, además del cumpleaños del Conde, se celebraba otro acontecimiento,
su hijo, el Condesito Hugo, participaba
por primera vez en un Torneo compitiendo otros Nobles Caballeros. Pero en la
cena de Gala, el Conde demostró su maldad, su joven paje Floreal, en un
descuido, volcó una copa de vino manchando el vestido de la dama que se sentaba
al lado del Conde, el cual se levantó y abofeteó furiosamente al aturdido
paje…pero, lo que llenó a todos de espanto, fue cuando pronunció la siguiente
sentencia. Por inútil saldrás inmediatamente de este Castillo, y al salir el
sol, cualquier persona que te vea,
¡podrá darte muerte, recibiendo por ello una recompensa!.
Floreal,
recogió sus armas y pertenencias, y en un veloz caballo salió del Castillo. Se
dirigió a una zona lejana cubierta por espesos bosques que él conocía muy bien.
Pronto encontró un amplia cueva, que le pareció un buen refugio, y suficiente
oculta para evitar allí la cruel sentencia del Conde. Cerca de la cueva había
un fresco arroyo, muchos frutos silvestres, y la posibilidad de cazar algún
animalito para no temer por su alimentación. Pensaba que allí tendría que pasar
el resto de su vida. Pero, el destino le tenía reservada una gran sorpresa.
En una zona
del bosque, (algo alejada de allí) se organizaban algunas cacerías, y en una
ocasión, el Condesito Hugo, y un grupo de amigos organizaron una de ellas.
Entre los amigos hicieron apuestas de quien conseguiría la pieza mayor. Hugo,
deseando se el vencedor….se alejó internándose en una zona ---para él
desconocida---De pronto, de entre unos matorrales, salió un gran jabalí…y Hugo
lanzó su caballo tras él..pero no vio que una rama más baja que las demás le obstruía el paso,
¡¡y se dio un tremendo golpe en la cabeza, que le derribó sin sentido del caballo!!.
Cuando se recuperó un poco…¡¡comprobó aterrado, que el golpe, y las heridas,
casi le habían privado de la visión…¡¡se había quedado casi ciego!!. Pidió
desesperadamente ayuda,--pero se había alejado tanto de sus amigos—que estos no
le oyeron,(y demostrando ser unos malos amigos) después de esperarle bastante
tiempo se marcharon de allí, dejándole abandonado. Por temor a las represalias
del Conde…se marcharon lejos del condado.
Por suerte
para Hugo, Floreal, --que estaba cazando por allí—escuchó sorprendido, que
alguien pedía desesperadamente ayuda. Por su delicada situación, se acercó con
gran cuidado…viendo que una persona, con la cara ensangrentada pedía ayuda. Le
ayudó a subir al caballo, y le llevó a su refugio para prestarle ayuda. Pero…al
limpiarle la cara, ¡comprobó aterrado que se trataba del hijo de su verdugo!.
Al pronto dudó que hacer, ¡pero su gran corazón no dudó en ayudarle todo el
tiempo que fuese menester!. Por la
gravedad de las heridas y la escasa visión de Hugo…pasó mucho tiempo, por lo
cual entre los dos jóvenes surgió una gran y profunda amistad. Hugo le pedía a
Floreal que le llevase de nuevo al Castillo, asegurándole que nada tenía que
temer…pero Floreal que conocía el malvado y cruel carácter del Conde, no se
decidía en complacer a su amigo.
En el
Castillo, el Conde, desesperado por la ausencia de su hijo, ofrecía grandes
recompensas y honores a quien encontrase a su querido hijo.
En el
refugio del bosque,--una noche—Floreal (viendo la tristeza de su amigo) le
prometió que al ser de día emprenderían el regreso al Castillo. Cuando el
centinela de la puerta principal, vio avanzar aquellos dos extraños personajes,
llamó al Oficial de Guardia para que los identificase. Al identificarse Hugo,
como el hijo del Conde…el Oficial dando gritos mandó a un soldado a dar la gran noticia al Conde
el cual llegó corriendo, ya que su corazón le decía que su sufrimiento había
llegado a su fin. Padre, e hijo, ¡¡se abrazaron emocionadamente!!. Pero las
sorpresas para el Conde, no habían acabado. Hugo, (abrazando a su amigo)
preguntó a su padre…¿No reconocéis a mi gran amigo y salvador?. Ante un gesto
negativo del Conde…Hugo dijo: Tengo el honor de volveros a presentar a vuestro
antiguo paje Floreal, a quien debo mucho más que mi vida. El Conde,---abatido---cayó
de rodillas ante Floreal, suplicando perdón por todo el mal que había
ocasionado.
¡Las Fiestas
duraron varios días, en uno de los cuales, el Conde comunicó a sus invitados!.
He dado orden, de que le sean entregados a Floreal, cuantas recompensas y
Honores había ofrecido a quien encontrase a mi querido hijo. Pero además, a
partir de este día, el Condado, estará
gobernado por Hugo y Floreal.
Así fue,
como un Condado que había tenido fama de malvado y cruel, es conocido ahora.
¡¡POR EL
CONDADO DE LA AMISTAD!!.
Y como así
ocurrió, se lo cuenta ahora a sus queridos niños..
El abuelito Valentín.
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