EL GRAN TOBY
Aquella mañana, Toby—un
precioso perro lazarillo—acompañaba más
contento que otras veces a su amito y amigo Rafa hasta la puerta del
Mercado, donde vendía la ilusión de tentar la suerte con sus
cupones de la ONCE. Toby,
iba pensando en el día en que siendo un pequeño cachorrillo, fue llevado a la escuela de
perros-lazarillo, para aprender la
¡noble tarea de guiar, y acompañar a las personas privadas de la visión!. Lo
que más trabajo le costó aprender, era en qué momento podía cruzar la
calle, y cuando no podía hacerlo.
¡Aquellos “muñequitos” unas veces de color rojo…y otras verde, le costaron más
de un tirón de orejas de su linda monitora. Lo que mejor aprendió, fue subir y bajar de los Autobuses, y del Metro. Su amigo Sultán le preguntaba
muchas veces como había que hacerlo.
Muchos amigos de Rafa,
cuando iban a comprar el cupón, le hacían a él caricias,
y le daban golosinas. Pero aquel día…¡Rafa, estaba más contento que
otras veces!.
Cuando llegaron a la
puerta del Mercado, Toby pensó que
algunas personas se habían vuelto locas. ¡Abrazaban a Rafa,-y unos a otros- se
daban la enhorabuena!. Pero, todos se
emocionaron mucho, cuando llegó
aquella viejecita, y se abrazó a Rafa diciendo muy emocionada…¡¡Ay Rafa, ahora si podré ayudar a
mi hijo!!.
Desde ese día, Toby
se siente más contento y orgulloso de
ser ¡¡Un perro lazarillo!!.
Y como asi ocurrió,
ahora se lo cuenta a sus queridos niños..
El abuelito Valentín.
Y colorín,
colorado, este cuento..¿os ha
gustado?
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