sábado, 14 de marzo de 2015

COMPARTIERON EL NIDO



COMPARTIERON EL NIDO

Las dos Cigüeñas se pararon a descansar de su fatigoso viaje  desde el lugar donde habían pasado el largo invierno. Las dos iban al mismo pueblo donde desde hacia tiempo tenían sus nidos. Pero al llegar allí, una de las Cigüeñas quedó aterrada. La vieja Iglesia en cuyo tejado tenía su nido había sido derribada, y en su lugar se levantaba ¡¡¡UN CENTRO COMERCIAL!!!. Entonces ocurrió algo insólito. La otra Cigüeña le dijo que su nido era grande y le cedía un sitio donde depositar su huevo y tener allí a su hijito. Las dos se dedicaron en armonía a incubar sus huevecitos. Después de un tiempo, dos pequeñas cigüeñitas alborotaron el nido. Cómo eran macho y hembra, no había peligro de confusión. Los felices papás se hacían la ilusión de si pasado el tiempo normal, sus hijitos serían capaces de formar pareja, construir su propio nido, y nacer así una feliz familia distinta y nueva. Lo importante fue el ejemplo que las Cigüeñas dieron a todos (incluidos los humanos) de solidaridad y ayuda, sin ningún egoísmo ni prejuicio. ¿Cundirá el ejemplo?. Así lo desea… un servidor

LOS NIÑOS Y LOS ABUELITOS



LOS NIÑOS Y LOS ABUELITOS

Recuerdo que cuando era niño no nos gustaba jugar donde había abuelitos. Nos regañaban diciendo que les molestábamos con nuestras carreras y gritos. Ahora veo con satisfacción que en los parques, muchos niños juegan con los abuelitos. Un abuelito es ese compañero que sabe jugar a muchos juegos, cuenta historias y además nos escucha, ayuda, comprende y aconseja, y a veces con una mirada de complicidad con la mamá evita algún azote por alguna travesura. 
Un abuelito es cómo el Árbol de la Vida, del cual han salido muchas ramas bajo las cuales poder refugiarse. No hay nada más entrañable que la amistad de un abuelito y un niño. Así lo manifiesta con orgullo…
El abuelito Valentín.