martes, 22 de noviembre de 2016

EL HORMIGUERO


                  EL HORMIGUERO


Resultado de imagen de hormiguero   Tomás esa tarde no jugaba en el Parque con sus amigos, estaba viendo una larga hilera de hormigas que se afanaban metiendo en el hormiguero las miguitas que se les caían a los niños y mayores de sus bocatas y bollos. Le preguntó a una hormiguita..¿Para qué queréis eso?.La hormiguita le dijo: Para llenar nuestros almacenes de comida antes que llegue el invierno y nuestros pequeñines no pasen hambre. Al ver que todas eran del mismo tamaño preguntó..¿Donde están vuestros pequeñines?.La hormiguita le díjo: En el sitio más protegido y al cuidado de unas compañeras especialistas en cuidar pequeñines. Aquello le dio una fantástica idea a Tomás. Y pensó: En el Cole nos cuidan muy bien, y mi mamá hace una rica comidita para que no pase hambre, entonces…¿Es mi casita un hormiguero?. Cuando esto se lo dijo a Tadeo, ese ratoncito con el que charla y juega en sus sueños, el ratoncito entre carcajadas dijo: ¿Cómo se te ocurre pensar eso?. Mi mamá es una cariñosa ratoncita, y tu mamá una linda mujer, ninguna tiene nada que ver con un hormiguero..Pero la idea del hormiguero le había gustado tanto a Tomás que no quiere quedarse sin ella. Ahora cuando abraza a su mamá el abracito es mucho más fuerte y sin palabras le quiere decir..¡¡¡Ay mamá, eres la hormiguita más preciosa de nuestro querido hormiguero!!!.. Y como así pasó, ahora se lo cuenta a sus queridos niños (y mayores)..  

El abuelito Valentín

EL VIEJO CABALLO



EL VIEJO CABALLO

El viejo caballo estaba solo y triste en aquel oscuro establo. Sus patas ya no son firmes y fuertes, y su dueño lo tenía allí encerrado. Recuerda cuando estaba  en aquel Centro de Recuperación de niños con problemas cerebrales y los paseaba montados en  su lomo..¡Y los veía recuperarse!. Tiene vivo el recuerdo de aquella niña que por un golpe había dejado de hablar y un día agarrada a su cuello volvió a gritar,¡¡Corre caballito, corre más deprisa ¡!...La alegría de sus padres es difícil de olvidar. Pero ya sus patas han perdido firmeza y ahora está encerrado en el establo.
Muchos abuelitos y abuelitas cuando sus manos no pueden sostener ya con firmeza a un niño también son apartados ¡¡rompiéndoles el corazón!!.
Que nadie sufra algo así es el firme deseo de…
El abuelito Valentín.