sábado, 8 de diciembre de 2012

LA TRAVESURA DE VICENTÓN




LA TRAVESURA DE VICENTÓN
 


Hace ya muchos años, era costumbre en algunos pueblecillos, que los pastores al recoger sus rebaños, tocaban una trompetilla, y ordeñaban a sus cabras, vendiendo la leche recién ordeñada a sus vecinos. Una de las compradoras, era la abuelita Andrea, que siempre elegía leche de la cabrita Cariñosa---conocida así---por tener un mechoncito de pelo blanco en forma de corazón. La abuelita, decía que era esa leche la que mejor le sentaba. Pero, aquella tarde—víspera de los Reyes Magos—un travieso chaval, llamado Vicentón, estaba jugando a lanzar piedrecitas con un tirachinas (y con tan mala fortuna) que le dio con una piedrecita a la cabrita Cariñosa cuando la estaban ordeñando. La cabrita dio un salto, volcando el cacharro de la leche, y la volcó por el suelo. La abuelita Andrea, aquella noche no pudo tomar su vaso de leche preferida,--y tal vez por eso—esa noche, tuvo una pesadilla.
Soñó que el pueblo estaba nevado, y en el camino por donde se podía pasar…¡estaba Vicentón, convertido en un Gigante!..y con un enorme tirachinas les tiraba piedras a los camellos de los Reyes Magos, no dejándoles entrar en el pueblo a repartir los juguetes a los niños, y niñas. Cuando por la mañana, la abuelita despertó, ¡aun sentía la angustia de aquella terrible pesadilla!.Pero, al abrir su ventana…vio con alegría a los niños, y niñas, jugando con los regalos de los Reyes Magos. Vicentón, le daba patadas a un balón, lanzándolo contra la pared. La abuelita, salió de su casa para disfrutar de la alegría de los niños, y niñas. Entonces al verla, Vicentón hizo algo sorprendente. Entro en su casa, y al momento salió con un paquetito en las manos, y se lo entregó a la abuelita Andrea, pidiéndole perdón por lo que había hecho con la cabra. ¿Sabéis como había conseguido esa noche el paquetito?...Rompió su hucha, y junto a sus pequeños ahorros, dejó una nota a los Reyes Magos, pidiéndoles que aceptasen aquellas pocas monedas, a cambio de una cajita de bombones para la abuelita Andrea, por haberla dejado esa noche sin su vaso de leche preferida.
Cuando le entregó la cajita a la abuelita Andrea. ¡¡El larguísimo abrazo que le dio a Vicentón!! Lo consideró él como el mejor regalo de Reyes que había tenido en su vida.
Y como así ocurrió, ahora se lo cuenta a sus queridos niños, y niñas..
El abuelito Valentín.
Y colorín, colorado, este cuento ¿Os ha gustado?.

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