viernes, 1 de abril de 2016

EL HUMO LE SALVÓ LA VIDA



EL HUMO SALVÓ SU VIDA

En aquella enorme extensión, los rebaños de ovejas estaban muy distanciados, en lo que se llamaban Ranchitos y al cuidado de viejos pastores. Los Ranchitos eran una casa adosada a un almacén donde se guardaba el pienso para el ganado. En uno de esos Ranchitos vivía Manuel. Un día al bajar una escalera se cayó, lesionándose una pierna, lo que le impedía moverse para cuidar su rebaño y de sí mismo. Por la proximidad del invierno pensó que ese sería su fin y de su rebaño. Por mucho que gritase, sus amigos de los otros Ranchitos no podían oírle. Entonces tuvo una arriesgada idea. Pensó que si conseguía una columna de humo que la vieran sus amigos de los otros Ranchitos, sabrían que algo iba mal donde Manuel y vendrían a verlo. Para conseguir el humo, en unos arbustos resecos que había cerca, puso su vieja manta, y otras ropas que al arder darían mucho humo, y con su encendedor prendió fuego a los arbustos. Un humo negro y denso, se elevó a lo alto. Por fortuna su amigo Juan vio el humo y dio la voz de alarma a los otros pastores. Cuando llegaron, Manuel entre gritos de dolor estaba caído en el suelo.
 Ya en el pequeño Hospital que había en el pueblo, curaron las heridas y le escayolaron la pierna, pidiéndole permanecer allí unos días más para ser atendido. Manuel se negó; para él lo más importante era cuidar su rebaño.
 Ahora Manuel muy contento les dice a todos los que quieren escucharle, que en una ocasión el humo le salvó la vida.
 Y como así ocurrió, ahora se lo cuenta a sus queridos niños (y mayores)…El abuelito Valentín

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