sábado, 6 de octubre de 2012

UN OSITO MADRILEÑO




UN OSITO MADRILEÑO
Una Osa Panda, llegó un día a nuestro querido Madrid. Aquí, encontró muchos amiguitos, pero ella ansiaba la compañía de algún hijito. y su deseo se cumplió. Y así, todos los niños, cuentan hoy día con un nuevo amiguito. Todos los días recibe la visita de muchísimos niños.
Cierto día, quedó maravillado, y le dijo a su mamá…¡ por favor mamá!, yo quiero una muñequita de sol como aquella!. La mamá,( entre grandes carcajadas) le dijo: Cariño, no es una muñequita de sol…es una niña muy rubia, que te está lanzando besitos.
A nuestro osito aquello le gustó tanto, ¡que todas las noches, sueña con esa preciosa niña!.
Como suele ocurrir, antes de dormir, las mamás les cuentan algún cuento a sus pequeñines.
La mamá de nuestro amiguito, le cuenta que allí en la lejana China,( en unos frondosos bosques), unos “geniecillos” jugaban con los pequeñines, y les hacían saborear, un delicioso bambú. A nuestro osito, la imaginación le lleva a esos maravillosos lugares, que tanto añora su querida mamá.
Y, así, el verano pasó rápidamente y con gran alegría, para el osito, ya que había hecho gran cantidad de amiguitos. Pero  los niños, ahora hablaban que pronto llegaría el invierno, y llegaría ¡el escribir la carta a Los Reyes Magos!.
Al llegar esas fechas, nuestro amigo él osito, le pidió a su mamá que escribiera una carta para él, igual que hacían sus amiguitos. La mamá, con tristeza, le dijo.: Lo poquito que se escribir, es en chino…¿ entenderán los Reyes Magos ese idioma?. La mamá no sabía que los Reyes Magos, entienden todos los idiomas, y lo que más tienen en cuenta, es el cariño con el que se ha hecho la petición.
¡¡ Y llegó el día maravilloso!!.
El osito, encontró muchas cosas para jugar. Pero lo más importante fue un montón de hojas de bambú traídas por los Reyes Magos desde los lugares en los que su mamá había sido tan feliz cuando era pequeñita.
Ahora, nuestro amiguito, por el cariño de los Reyes Magos. Está disfrutando del aroma, y el sabor, de el bambú de los bosques de la lejana China.
Desde ese día, escucha ¡con gran alegría! Los cuentecitos-que antes de ir a dormir- le cuenta su querida mamá.
Y como así ocurrió, ahora se lo cuenta a sus queridos niños
El abuelito Valentín.

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