PERLITA
La necesidad de depositar sus huevos, se hacía cada vez más urgente. Cuando ya desconfiaba de poder
realizar su ilusión….¡apareció un simpático pececillo que cariñosamente le
dijo: Conozco el sitio adecuado para solucionar tu problema, no tengas ningún
temor, y sígueme.
¡Y empezó una
ilusionante espera!. Perlita,
confiaba que el calor del Sol, y aquella suave arena, serian una cuna adecuada ¡para sus
primeros hijitos!. Después de unos días
de impaciente espera…¡Una alegre
mañana vio salir de la arena una cabecita, y a continuación el cuerpo de
una pequeña tortuguita que corrió rápidamente buscando la protección del mar! Y
después, una, y otra, y otra…Perlita, ¡no cavia en si de alegría viendo a sus
primeros hijitos! Pero, ¡un peligro
inesperado, amenazaba su
felicidad. Un grupo de feroces Gaviotas,
estaban atacando a sus hijitos. Les
gritó que corriesen hacia el mar, y con su cuerpo intentó defender a los más rezagados…pero no
pudo evitar ¡Que algunos de sus hijitos fueran devorados por las crueles
gaviotas…en ese momento recordó lo que antes del viaje le dijo su amiga
Foca sobre el dolor de perder algún
hijito. No obstante, se sintió feliz
viéndose rodeada de sus queridas
tortuguitas, que venían a
incrementar su querida familia. Y, emprendió el viaje de regreso. Al llegar,
fueron recibidos con gran alegría.
Pero, Perlita, no podía olvidar lo ocurrido con las
Gaviotas, y le preguntó a Neptuno (Dios del Mar)…¿Será posible que algún
día, los pequeñines—de cualquier especie, o raza puedan disfrutar sin
peligro, del cariño de sus mamás?.
Neptuno, con tristeza le respondió: Eso
pregúntaselo a los Humanos, ya que en
sus manos está que tu noble deseo pueda
ser algún día realidad.
Millones, y millones
de mamás de todo el Mundo se unen con
esperanza a la pregunta de nuestra amiga Perlita,¡¡Que tan precioso deseo se
convierta en realidad!!Lo desea con todo su corazón…
El abuelito Valentín
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